7 de mayo de 2014

La virginidad y la copa menstrual

Hay quién considera que la copa menstrual no es apta para mujeres vírgenes pensando que ésta sería muy grande y podría resultarles incómoda. Esto no es cierto, la copa menstrual (igual que ocurre con los tampones) se puede usar desde la primera menstruación aunque es cierto que si una mujer desconoce su anatomía el proceso de aprendizaje de la copa puede ser más largo.



Dado el gran desconocimiento que hay del uso de la copa en mujeres vírgenes creo interesante crear una lista de pasos a seguir antes de dar el gran salto de comprar una copa.

 1. Explorar la anatomía vulvar y vaginal: puede parecer una recomendación muy básica pero para usar una copa menstrual se debe conocer la propia anatomía genital. Se debe explorar la ubicación de la entrada vaginal, como la vagina se posiciona en el cuerpo, etc.
Muchas mujeres vírgenes conservan todavía el himen. El himen es una membrana de tejido que se encuentra un par de centímetros por detrás del orificio vaginal, es como una especie de anillo membranoso. Este anillo tiene una perforación (de mayor o menor tamaño dependiendo de la persona) que permite la salida de fluidos vaginales y sangre menstrual, así como la entrada de objetos como tampones o copas menstruales. Si el orificio es muy pequeño puede resultar difícil introducir una copa, sobre todo si nunca antes se ha introducido nada en la vagina; por eso creo recomendable que antes de probar con la copa se pruebe a introducir uno o dos dedos para irse acostumbrando al proceso de inserción.



 2. Elegir la talla de copa en función de la propia anatomía: esta entrada antigua explica los pasos básicos para elegir una copa menstrual en función de la anatomía vaginal de cada una.
 Aun siendo virgen recomiendo elegir la talla de copa siguiendo estas instrucciones y no caer en el error de comprar la copa más pequeña del mercado. Que una muchacha sea joven o nunca haya mantenido relaciones sexuales no implica que tenga un canal vaginal de menor tamaño o que su flujo sea ligero.
Lo que sí puede resultar de ayuda es, dentro de las copas cuya longitud se adapte, elegir aquellas de menor diámetro. El menor diámetro puede resultar menos intrusivo para aquellas chicas poco familiarizadas con su anatomía o poco habituadas a introducir objetos en su vagina.



 3. Practicar la inserción y retirada de la copa:  acostumbrarse a introducir una copa y hacer que se despliegue puede ser difícil para cualquiera, pero lo es aún más si se desconoce la anatomía interna femenina. En este caso creo que es importante practicar fuera del período, pues no solo se desconoce el proceso de uso de la copa, también hay que acostumbrarse a la presencia de un objeto externo en la vagina.
Antes de introducir la copa deberemos asegurarnos de que ésta está limpia, así como nuestras manos. Deberemos haber leído también el folleto de instrucciones sobre cómo insertar la copa y elegido aquella doblez que creemos que nos funcionará mejor. Si lo creemos necesario podemos usar un lubricante para facilitar la entrada de la copa. Si notamos que los músculos de la vagina están muy tensos o algún tipo de molestias es recomendable no forzar la copa hacia el interior, pues podría causar algún tipo de daño. En este caso lo mejor es dejar la copa un par de minutos en la entrada vaginal (todavía doblada) para irse acostumbrando a su presencia y respirar profundo y con calma para facilitar la relajación muscular; una vez los músculos se han “soltado” proseguir con la inserción de la copa. Si seguimos notando molestias lo mejor es parar e intentarlo de nuevo otro día.
Por lo general los mayores problemas a la hora de la inserción surgen por tensar los músculos vaginales, no por la presencia del himen, por eso es importante practicar la inserción en un momento en el que estemos relajadas y dispongamos de tiempo suficiente.

Para retirar la copa introduciremos un par de dedos en la vagina y pellizcaremos su base, tirando luego de ella hacia el exterior. Si no llegamos a alcanzar la copa debemos intentar mantener la calma y empujar la copa hacia el exterior con la musculatura pélvica (se empuja como cuando se va a hacer caca). Una vez la hemos empujado reintroducimos los dedos, pellizcamos la base y tiramos.
Contrariamente a lo que se suele pensar de antemano el proceso de retirada de la copa suele ser más problemático que el de inserción en el caso de una muchacha virgen. Esto es así porque para la inserción la copa está doblada y presenta un tamaño muy pequeño, sin embargo para la retirada la copa ya está desplegada y con ese mayor diámetro tendrá que pasar  por la entrada vaginal, que en el caso de una chica virgen tiene una musculatura más tensa y puede tener aun presente el himen, lo cual dificultará el proceso. Es posible que si el himen tiene poco diámetro para permitir la salida de la copa ésta lo rompa causando una ligera molestia y/o sangrado. 

Espero esta entrada os haya servido de ayuda, si hay más preguntas estaré encantada de responderlas bien a través de comentarios al post o por mensaje privado. 

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