7 de julio de 2014

Compresas de tela y bicicletas

Con la llegada del sol y el buen tiempo todas nos animamos a coger más nuestras bicicletas, bien para ir a trabajar bien por ocio.
 Al pasar más tiempo sobre el sillín aumentan las probabilidades de que usemos nuestra bicicleta en conjunción con nuestras compresas o salvaslips de tela y lleguemos a la conclusión de que son incompatibles. ¿Por qué? Los típicos corchetes o snaps de plástico que llevan gran parte de las compresas lavables son gruesos y pueden resultar incómodos al apoyar el área de la entrepierna en el sillín de la bicicleta, algo que también notan aquellas que montan a caballo. ¿Quiere esto decir que la tela y el ciclismo o la equitación son siempre incompatibles? No, hay alternativas que nos permiten seguir usando este tipo de protección externa sin dejar la bicicleta o la equitación  de lado, sigue leyendo y encontrarás diferentes soluciones.


1ª Solución: corchetes metálicos
Son los típicos corchetes de la abuela y en comparación con los de plástico son mucho más finos por lo que no molestan tanto como los anteriores. Party in my pants y Eco Owl by Netta son dos marcas que ofrecen toallas femeninas con corchetes metálicos. Si eres manitas te puedes coser tus propias compresas con algunas telas que tengas por casa y añadirle luego este tipo de snaps, que se consiguen fácilmente en cualquier mercería.


2ª Solución: velcro
Otra alternativa es usar velcro para mantener tu compresa ajustada alrededor de tus braguitas. Es una muy buena opción para usar cuando se va en bicicleta pues es un material fino y flexible. Lo malo es que con el paso de los lavados puede perder adherencia y si tienes la piel muy sensible te puede causar una ligera rozadura en la zona de contacto piel-velcro. Si se te da bien la costura puedes hacer tu misma este tipo de toallas higiénicas, si no Tienda de luna tiene a la venta este tipo de productos. 


3ª solución: cierre con lengüeta
La compañía estadounidense Amy's rag bag ha creado un diseño de cierre con lengüeta especialmente diseñado para aquellas mujeres que practican ciclismo. En una ala de la compresa hay una pieza de tela ancha, de forma rectangular, que se engancha en una especie de ojal de tela que hay en el ala opuesta. Puede ser un poco difícil de enganchar mientras no se le coge el truquillo pero te asegura que la compresa no se moverá y al ser solo tela no molesta ni causa irritaciones. 


4ª solución: compresas sin alas
Al no tener alas no se necesita ningún tipo de cierre, por lo que no habrá nada que nos pueda molestar. Su principal problema es que al carecer de alas necesitan una tela trasera con mucha textura (tipo pana o vellón de poliéster) para evitar que se deslicen por nuestras braguitas. Braguitas ajustadas son también imprescindibles con este tipo de compresas para minimizar el riesgo de deslizamiento. 




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