A medida que productos
como la copa menstrual o las compresas lavables van ganando popularidad
aparecen muchas reseñas en la red hablando de las ventajas de estos productos
frente a los desechables. Yo soy claramente una defensora de estos productos,
si no este blog no existiría, pero creo que en muchos casos se demoniza a los
productos desechables sin ninguna base científica.
Basándome en un vídeo publicado
recientemente por Cake Fate (la costurera detrás de las toallas femeninas
Fig Leaves)me he decidido a
publicar esta entrada. En ella intento explicar las diferencias científicas que
existen entre los productos menstruales reutilizables y los desechables; y
aquellas diferencias que, al menos por ahora, solo se basan en la experiencia
de las usuarias.
Esta entrada ha sido difícil de redactar porque en la actualidad es difícil encontrar estudios científicos que hablen de este tipo de productos, y mucho menos comparen el uso de unos y otros. En la literatura científica es posible encontrar (relativamente) numerosas referencias al uso de la copa menstrual, algunas sobre el uso de esponjas marinas y ninguna sobre el uso de compresas de tela (en el mundo occidental).
Con la copa menstrual/toallas de tela/esponja
marina se sangra menos
Este es una experiencia
que he visto contada miles de veces. Muchas mujeres que se pasan a los
productos menstruales reutilizables dicen que su flujo disminuye
considerablemente, bien en cantidad o bien en tiempo (o ambos). Sin embargo,
hasta fecha de hoy, no hay ningún estudio científico que demuestre este punto.
Hay también miles de rumores circulando por la red sobre que a las
compresas y tampones convencionales se les añade asbesto a su composición, para
estimular el sangrado menstrual y así incitar a las usuarias a comprar más
productos. Sin embargo el uso de este producto está terminantemente prohibido
en EE.UU y en la Unión Europea. De hecho la FDA (Food and Drug Administration
de EE.UU) niega públicamente que se emplee esta sustancia, o cualquier otra
sustancia que aumente el sangrado, en los tampones fabricados en ese país. La Oficina de Salud y Protección del Consumidor de la Unión Europea
también niega el uso de asbesto en compresas y tampones.
El dolor menstrual y los síntomas
del SPM (síndrome premenstrual) disminuyen al usar productos menstruales
reutilizables
Hay mujeres que experimentan una reducción del dolor menstrual o del SPM
una vez comienzan a usar productos menstruales reutilizables. Sin embargo no
existe ningún estudio científico al respecto.
Hay quien achaca esta reducción en
el dolor menstrual y/o de los síntomas del SPM a la presencia (incluso adición)
de dioxinas a las compresas y tampones desechables.
Las dioxinas son un grupo de hidrocarburos aromáticos polihalogenados producidos
en ciertos procesos en los cuales se utiliza cloro (Cl2). Las
dioxinas tienen la capacidad de permanecer por largos períodos de tiempo en el
ambiente, siendo además tóxicas para ciertas especies, incluyendo la humana.
Uno de los procesos ligados a la producción de toxinas es el blanqueamiento
de la pulpa de celulosa. Como los tampones y compresas son hechos de celulosa
en 1998 comenzaron a circular los rumores sobre la presencia de dioxina en
estos productos.
Sin embargo estudios científicos realizados en tampones, compresas y
pañales desechables desmienten este rumor. Ciertamente trazas de dioxinas se
encontraron en estos productos, sin embargo se considera que no representan un
problema para la salud dado que las cantidades son muy pequeñas. Estos estudios
estiman que una mujer de 50 kg que use 24 tampones al mes y que “absorba” todas
las dioxinas presentes en estos productos expondría a su cuerpo al 0.2% de la
cantidad que se considera seguro
absorber cada mes. Una cantidad
muy pequeña si la comparamos con otras fuentes de dioxinas, como pueden ser la
alimentación que nos expone entre 30000 y 2200000 veces más a la presencia y
absorción de dioxinas.
Aquí dejo un par de enlaces a artículos científicos en donde se expone, con
más detalle, lo resumido en el párrafo anterior.
Con los productos menstruales
reutilizables se dice adiós al SST (síndrome del shock tóxico)
Esto tiene parte de verdad y parte de mentira. Dependiendo del método que
utilicemos tendremos que preocuparnos más o menos del SST.
Las copas menstruales nunca se han asociado con el SST, de hecho las copas
(contrariamente a los tampones con rayón) no afectan a la producción de toxinaspor parte de Staphylococcus aureus,
el agente causante del SST.
Los tampones desechables de algodón 100% (tipo Natracare) tampoco se han
asociado nunca con el SST. Se cree es debido a que las fibras de rayón de los
tampones convencionales ofrecen un mejor ambiente para la concentración de
proteínas menstruales en comparación con el algodón, y por lo tanto un mejor
ambiente para el desarrollo y producción de toxinas de S. aureus.
Sin embargo los tampones de esponja marina sí entrañan riesgo de
desarrollar SST, un riesgo incluso mayor que el de los tampones convencionales
según un estudio del Dr. Charles B. Smith dado que con estos productos hay una mayor colonización del tracto vaginal por S. aureus.
Esta entrada puede todavía desarrollarse más, ya que los mitos que rodean a los productos menstruales, tanto desechables como reutilizables, son muchos. Estad atentas porque en la próxima publicación del blog habrá una actualización de esta entrada.
Yo estoy empezando a hacerme mis compresas de tela. Ya tenia la copa menstrual desde hace más de un año, a veces la utilizo o otras no me apetece. En cuanto al sangrado estoy de acuerdo, a pesar de que yo tengo un flujo bajo-medio con las compresas de tela el tercer dia apenas sangro nada. Son más cómodas, me da una gran satisfacción saber que no estoy generando más basura y limpiarlas no es tan complicado ( y eso que yo no tengo lavadora en casa, tengo que ir a una lavanderia cada semana). Yo me decidí por usar franela o algodón para la parte que toca la piel y polar para que va con la braguita. Como absorvente uso toalla y franela ( a veces tb otro trozo de polar para usar los retales) El polar hace que no se manchen las braguitas, de momento lo ha conseguido a la perfección!
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarA mí me pasa como a ti, no siempre me apetece usar la copa y en esos momentos recurro a las compresas de tela.
La verdad es que su cuidado no es nada complicado, yo las lavo con las toallas y sábanas y tras dos años siguen como nuevas.
Mucho ánimo con tu labor de costura, seguro que tus creaciones te quedan espléndidas.
Un saludo
¡Hola!:
ResponderEliminar¡Agradezco muchísimo esta entrada! Justo me mareaba ya leer "todas las cosas horribles" de los tampones y toallas, me parecía precisamente que igual rayaban un poquito en la exageración. Yo creo que una cambia de método cuando se siente lista, no debería hacerse por temor o convencimiento agresivo, como luego pasa con estas cosas.
He decidido usar una copa menstrual porque me parece fabuloso que aguante más tiempo sin cambiarme ¡y que es reutilizable! Pero como aún tengo el implante esperaré a tener flujo de nuevo y mientras probaré las de tela a ver qué tal.
Amé tu entrada, de verdad, por fin una fundamentada que me confirma lo que sospechaba: Que no es que sean "mil veces mejores" o peores que otras, simplemente son opciones.
No niego la ventaja económica, ambiental y personal que tiene (conocerte mejor, gastar menos y ya no contaminar con plástico), pero a la fuerza nada.
¡Gracias por escribir sobre ello!
¡Hola Lorena!
EliminarGracias por tus palabras de apoyo. Aunque nosotras usamos tanto la copa como toallas de tela tampoco estamos muy de acuerdo con esas "campañas demonizantes", cada opción tiene sus ventajas e inconvenientes, nada es perfecto.
Para nosotras lo más importante es que las usuarias conozcan las opciones que hay y basándose en eso eligan lo que quieren usar.
Un abrazo